
Se considera que el analfabetismo tecnológico puede situarse como uno de los grandes problemas para el acceso al mundo del conocimiento que pueden llegar a tener las personas.Lo anterior significa que ha de ser compromiso de cada cual el proponerse el dominio de las tecnologias de la información. En el mundo laboral y no sólo académico, ellas serán protagonistas de procesos de desarrollo. La integración de la complejidad de factores que inciden en el aumento de la población analfabeta en muchos países, muestra que no sólo son políticas educativas lo que se ha de promover sino también políticas económicas, relaciones internacionales para poder trazar un plan medianamiente viable, proyectado a la erradicación del analfabetismo y a la consolidación de la Educación Básica como concepto relacionado con la formación de herramientas de aprendizaje que permitan permanentemente ajustarse a las demandas del cambiante mundo contemporáneo.Esta afirmación coloca de presente el gran compromiso estatal que hay con la Educación.En estos términos dicho compromiso desborda el marco del Título III de la Constitución, es decir el marco de los derechos prioritarios e individuales para insertarse en el marco de la POlítica económica del Estado.De ello se infiere la responsabilidad estatal inexcusable para la adopción de decisiones que converjan en el fortalecimiento del sistema de Educación para la Vida, entendido como el proceso de satisfacción de las necesidades básicas del aprendizaje.