Desde la Declaración de Jomtien en 1990, se ha suscitado una gran y fructífera discusión. Esta incluye la reevaluación del proceso formativo orientado a un período determinado de la vida, para ubicarlos como proceso permanente y sistemático durante toda la vida una persona.
En este sentido, las necesidades básicas de aprendizaje se visualizan ahora presentes en los sujetos desde el nacimiento y durante toda su vida. Las demandas se ponen de manifiesto tanto en niños, jóvenes y adultos de maneras diferenciadas no tan sólo según edades sino también de acuerdo a contextos socioeconómicos, políticos y culturalesPor la necesidad de la convivencia el Estado emerge como el principal responsable de la Formación para la Vida-
1 comentario:
Hoy que encontramos alarmantes cifras entre la inversión socioeducativa y los índices de pobreza incrementados durante el mismo período, nos percatamos claramente de la complejidad del proceso de inserción para las personas cuyas condiciones les han negado el acceso a la educación. Los Estados tiene que repensar sus políticas económicas para colocar como prioridad la inversión en educación básica, pues ella es presupuesto del desarrollo económico.
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